Verena Kern / 24.02.2021
El Caribe es conocido y famoso por su belleza natural, sus fantásticas playas, aguas cristalinas y rica flora y fauna. Pero, en realidad, muchos tramos de costa están ahora repletos de residuos. Se pueden encontrar hasta 200.000 piezas de plástico por kilómetro cuadrado. El proyecto PROMAR (Prevention of Marine Litter in the Caribbean Sea) se propone ahora cambiar esto.
¿Cuál es el enfoque del proyecto?
Una vez que los residuos de plástico han entrado en el mar, es muy difícil volver a pescarlos. Se extienden en mar abierto, se descomponen en pequeños trozos, liberan sustancias químicas tóxicas, ponen en peligro la vida marina y entran en contacto con la cadena alimentaria. Por ello, PROMAR se centra en la prevención. El objetivo es evitar que los residuos de plástico lleguen al mar a través de los ríos y las zonas costeras. El proyecto, de una duración de tres años, está financiado por el Ministerio de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania con casi cinco millones de euros.
¿Qué países participan?
Tres países del Caribe participan en el proyecto: Costa Rica, República Dominicana y Colombia. El consumo de plásticos descartables y otros productos de plástico ha aumentado considerablemente en los últimos años. Pero el actual sistema de gestión de residuos se ve desbordado. Gran parte de los residuos generados no se recogen sistemáticamente ni se eliminan ni procesan adecuadamente. Los residuos suelen acabar en vertederos improvisados. Durante fuertes lluvias o tormentas, los residuos son arrastrados a los ríos y acaban en el mar.
¿Cómo se espera reducir los desechos marinos?
Para reducir los residuos en aguas marinas, primero hay que determinar de qué cantidades se trata y dónde se generan. La empresa sin ánimo de lucro Adelphi Research está a cargo del proyecto. En primer lugar, mide las cantidades de residuos plásticos y documenta lo que ocurre actualmente con los residuos. Al efecto se están instalando sistemas de vigilancia in situ. Sin embargo, el seguimiento de las rutas de los residuos es solo el primer paso. A partir de los datos obtenidos en el proceso, Adelphi desarrolla soluciones para que se pueda reciclar la mayor cantidad posible de residuos. “Por ejemplo con vehículos eléctricos de recogida de residuos o puntos de recogida cuyo efecto es neutro desde el punto de vista climático”, señala el director del proyecto, Morton Hemkhaus. “Para el suministro de energía se utilizan principalmente paneles fotovoltaicos“. Además, los participantes en el proyecto desean sensibilizar al público en general y a los fabricantes de materiales de envasado sobre el problema.
¿Quién más participa?
En los tres países, el proyecto opera a través de organizaciones asociadas: en Costa Rica con CEGESTI, en la República Dominicana con Parley for the Ocean y en Colombia con el Centro Nacional de Producción Más Limpia. “Además, cooperamos con empresas, organizaciones de la sociedad civil y autoridades nacionales o regionales, así como con organismos políticos”, puntualiza el director del proyecto, Hemkhaus. El objetivo es establecer un proyecto emblemático en la región que se convierta en modelo a seguir. Las soluciones desarrolladas por PROMAR también se aplicarán en otros países del Caribe y América Latina. Para ello, el proyecto cooperará también con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
¿Puede la pandemia del coronavirus amenazar el proyecto?
El proyecto comenzó en diciembre de 2020, en plena pandemia del coronavirus. “La situación es obviamente difícil”, continúa Morton Hemkhaus. “Las prioridades políticas han cambiado y los viajes son prácticamente imposibles”. Aun así, el proyecto debería marchar según el plan previsto. “A través de nuestras organizaciones asociadas, estamos bien representados en los países y contamos con redes eficientes que permiten una implementación exitosa”.
Foto creditos:Plastikmüll gefährdet die maritime Tier- und Pflanzenwelt.dpa
