Un proyecto europeo para salvar el cultivo del arroz

Entre las amenazas a las plantaciones actuales destacan el cambio climático, la salinización y especies invasoras como el caracol manzana.

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El arroz se cultiva en varios países mediterráneos de Europa, que proporcionan alrededor de dos tercios del arroz que se consume en la Unión Europea (UE). Sin embargo, la mayoría de las variedades se dañan severamente por la salinización, y los deltas donde el arroz se cultiva en Europa se están volviendo más salados debido a los efectos del cambio climático, como el aumento de las temperaturas, el aumento del nivel del mar y la escasez de agua.

El proyecto Neurice, financiado con fondos comunitarios, está desarrollando variedades de arroz tolerantes a la sal para uso comercial que harán frente a estos cambios y evitarán la propagación del caracol manzana. Esta plaga exótica e invasora destruye las plántulas de arroz y es perjudicial para la biodiversidad en los humedales de agua dulce. Los caracoles de esta especie invasoras fueron introducidos accidentalmente al delta del Ebro en España y afectan a una parte importante de los cultivos de arroz.

Sembrar semillas de arroz en suelo seco e inundar los campos infestados con agua de mar han demostrado ser formas efectivas de controlar los caracoles sin usar pesticidas. Sin embargo, estos métodos aumentan la salinidad del suelo, lo que tiene un impacto negativo en el rendimiento del arroz.

Para abordar estos retos, los expertos que trabajan en el proyecto Neurice están utilizando métodos de cría tradicionales, cruzando líneas de arroz europeas y asiáticas. La planta final es principalmente europea pero contiene una pequeña parte del genoma asiático tolerante a la sal. Las nuevas variedades se prueban en laboratorio y luego en condiciones de campo para evaluar su productividad, estabilidad y calidad. Los investigadores también están desarrollando un sistema de sensor inalámbrico para monitorear la salinidad.

Neurice reúne a expertos de la UE y otros países en campos como la biotecnología, la fisiología de las plantas, la agricultura, la biología celular y la monitorización de la salinidad. El proyecto comunicará sus resultados lo más ampliamente posible a quienes participan en la producción de arroz, un sector que es de gran importancia sociocultural, económica y ecológica para varios países mediterráneos europeos.