Por Maria Laura Garcia
En nuestros tiempos, algo que debemos hacer es cuidar nuestra salud.
Debemos aprender a cuidarnos desde lo básico y el caminar, quizás sea una de los recursos más elementales para conservar el bienestar, y que de una manera u otra todos debemos poner en práctica porque el entono nos obliga. Por tanto, veamos lo bueno dentro de lo malo.
Sus beneficios…
Tener menos ansiedad, mejor memoria, defensas orgánicas más fuertes, menos riesgo de padecer cáncer o un accidente cerebrovascular, son solo algunos de los efectos positivos de caminar como parte de nuestra rutina diaria.
Los especialistas en diversas disciplinas de la salud y el ejercicio han defendido más promovido durante años las bondades de la actividad física para propiciar el bienestar en las personas. Sin embargo, muchas veces preferimos dejar el entrenamiento de lado, para hacer muchas otras cosas que exigen menos esfuerzo de nuestra parte, ¿verdad? Pero no es necesario complicarse tanto … ¡Te tengo una buena noticia! Con solo caminar regularmente puedes mejorar tu salud.
¿Por qué caminar?
Entre otras cosas disminuye el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular. Cantidad de estudios han determinado que caminar tan solo veinte minutos al día, puede reducir en un 30% el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Caminar también puede ayudarte a luchar contra la obesidad. Cuando tu caminata es vigorosa o rápida te permitirá perder peso de forma progresiva.
Algo importantísimo, es que ayuda a bajar la tensión arterial, ya que, caminar solo 10 minutos, diariamente, puede disminuir la presión alta en los hipertensos.
De acuerdo con la Asociación Americana de Diabetes, caminar puede ayudar a frenar dicha enfermedad. Ahora bien, para poder disfrutar de los beneficios de activarte físicamente debes hacerlo, al menos, 30 minutos diarios.
Por otra parte, una investigación realizada en la Universidad de Harvard, en el 2012, concluyó que caminar, como mínimo, 3 horas a la semana baja el riesgo de desarrollar cáncer uterino y de mama en un 19%. Mientras más horas inviertas en esta actividad, el riesgo va bajando.
Caminar potencia las habilidades cognitivas y mejora la memoria, debido a que aumenta un 2% el tamaño del hipocampo, es decir, el espacio del cerebro en el cual se llevan a cabo las tareas relacionadas al aprendizaje. Asimismo, en general, retrasa el envejecimiento cerebral.
Algo resaltante en tiempos de pandemia, es que caminar 30 minutos al día, fortalece las defensas, pues incrementa el número de células del sistema inmune, lo que a su vez baja en un 43% el riesgo de enfermarnos.
Por último, las caminatas, merman nuestro nivel de ansiedad, al liberar endorfinas y disminuir los niveles de cortisol en sangre.
Por todo lo dicho, creo que algo tan simple como caminar a diario, buscando un lugar seguro para hacerlo, puede significar una gran dosis de bienestar en tiempos tan convulsos como estos. ¡Manos a la obra!