La gestión y protección del capital humano desempeña un papel crucial en el éxito de las organizaciones y la continuidad de los negocios. En este sentido, la Seguridad y la Salud en el Trabajo (SST) se ha convertido en un pilar fundamental en la estrategia de creación de valor sostenible para las organizaciones.
Así lo plantea el CCS, organización técnica con más de 70 años de experiencia en la promoción de la gestión de riesgos laborales y de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST), con base en Colombia y gestión en Latinoamérica y el Caribe. Desde este enfoque, la entidad destaca que solo a través del cuidado de las personas y la promoción de su bienestar se logra incrementar la productividad y competitividad de las empresas, impulsando su sostenibilidad.

Y es que, si se mira con detalle, las organizaciones —sin importar su tamaño, naturaleza o sector— están conformadas por personas. Más allá del nivel de avance tecnológico o automatización de procesos, son los seres humanos quienes toman las decisiones, programan máquinas y dispositivos, supervisan su funcionamiento, dan vida a la cultura corporativa y lideran el cumplimiento de los objetivos. La esencia de cualquier empresa, institución o entidad radica en las personas que la integran: desde la alta dirección hasta el personal de base, cada individuo aporta con su conocimiento, experiencia y perspectiva única.
En consecuencia, la promoción de la salud, la seguridad y la consolidación de entornos laborales sanos y protectores trascienden el cumplimiento normativo y ético. Estos aspectos se convierten en ejes centrales de las estrategias de sostenibilidad corporativa, al garantizar el bienestar integral de quienes hacen posible el funcionamiento de las organizaciones.

“Un entorno de trabajo seguro y saludable reduce el absentismo laboral, aumenta la productividad, eleva la moral y la satisfacción de los empleados y reduce los costos asociados a accidentes y enfermedades laborales. Todo esto se traduce en una mayor atracción y retención de talento, una mejora en el desempeño empresarial (al tiempo que crea valor social representado por una mejor calidad de vida y bienestar para los trabajadores y sus familias), sumado al fortalecimiento de la reputación corporativa”
asegura Adriana Solano Luque, presidenta ejecutiva del CCS y miembro de la junta global de ARISE, la Alianza del Sector Privado para Sociedades Resilientes ante Desastres.

De esta manera, cuando la SST forma parte integral y holística en la gestión corporativa, esta logra gestionar adecuadamente los riesgos, no solo para los trabajadores, sino para la organización de manera general, sobre todo cuando se aborda desde un enfoque de debida diligencia en toda su cadena de valor.
Por el contrario, una gestión deficiente en el cuidado y protección de los trabajadores puede acarrearle a una empresa pérdida de mercados, desconfianza de sus grupos de interés, reducción de su legitimidad, sanciones y multas por incumplimiento de normas laborales e, incluso, la imposibilidad de continuar operando.
No en vano, estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo – OIT señalan que se pierde más del 4 % del PIB anual del mundo como consecuencia de accidentes y enfermedades laborales. Según la agencia, anualmente mueren 2,3 millones de personas por causas relacionadas con el trabajo, mientras que otros 160 millones padecen enfermedades laborales y 313 millones sufren accidentes no mortales que, en muchos casos, dejan secuelas permanentes.
En este sentido, el CCS ha logrado estimar que, tan solo en Colombia, el costo de los accidentes de trabajo pudo alcanzar para 2021 un monto cercano a los 2 billones de pesos (unos 460 millones de dólares), cifra que asciende a los 5 billones de pesos (más de 1100 millones de dólares) incluyendo las muertes por causas asociadas al trabajo.
SST y trabajo decente, elementos recurrentes en los criterios ASG
A todo lo anterior se añade un nuevo desafío: las empresas, como actores clave del desarrollo económico, están llamadas a promover el trabajo decente, uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Esto se traduce en garantizar condiciones dignas de empleo, tanto a sus trabajadores directos como a los vinculados a sus cadenas de suministro y erradicar prácticas que pongan en peligro los derechos humanos y laborales.
Así las cosas, “no es casualidad que la SST y el trabajo decente aparezcan de forma destacada y recurrente en el listado de los asuntos materiales (o aspectos de mayor relevancia) que, hoy por hoy, guían la estrategia de sostenibilidad de las empresas”, menciona Solano Luque.
De hecho, un estudio adelantado en 2023 por la firma global de auditoría y consultoría KPMG sobre reportes de sostenibilidad en Latinoamérica, que incluyó a 1000 empresas de la región, evidencia que el 35 % de las organizaciones consultadas aborda los riesgos sociales en sus reportes de sostenibilidad. Los temas generalmente cubiertos tienen que ver con cuestiones de SST, condiciones laborales y relaciones con la comunidad, siendo estos asuntos “cruciales para la mayoría de las empresas y sus negocios”, como lo indica la firma.
De otro lado, dentro de los criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) que los inversionistas y fondos de capital tienen en cuenta a la hora de otorgar apalancamiento financiero, se está tomando muy en cuenta el desempeño de las organizaciones en temas que incluyen (tan solo en el ámbito social) la salud y bienestar; desarrollo de capital humano; condiciones laborales; abastecimiento ético de la cadena de suministro (con énfasis en la lucha contra la esclavitud moderna y el trabajo infantil); respeto de los derechos humanos en las instalaciones de la empresa y de los proveedores y contratistas; equidad de género, diversidad e igualdad de oportunidades en el lugar de trabajo, entre otros.
“Así, en la medida en que una organización sea capaz de identificar y gestionar los riesgos derivados de sus actividades y operaciones en dichos ámbitos y de aprovechar las oportunidades que emergen de allí, podrá crear valor para sí misma y para la sociedad”, asegura Solano Luque. Por eso, considera clave impulsar “la filosofía de poner a las personas en el centro de las estrategias corporativas, partiendo de la base de que la salud, la seguridad y el bienestar en el trabajo son pilares de la sostenibilidad”, añade la vocera.
El Caribe, epicentro de la Semana de la Sostenibilidad 2025
Para encarar este desafío es clave trabajar de manera articulada con las empresas, las cadenas de suministro, las agremiaciones y el sector público para impulsar las mejores prácticas de gestión económica, ambiental, social y de gobierno corporativo que conduzcan a la creación de valor sostenible para todos los grupos de interés, la resiliencia empresarial y el aseguramiento de un entorno sano y próspero para esta y las futuras generaciones.
En este sentido, el intercambio de experiencias, buenas prácticas y conocimiento aplicable es fundamental para promover operaciones éticas y socialmente responsables. Por esta razón, Adriana Solano, presidenta del CCS, y Jacqueline Mesa, gerente técnica de la misma organización, hacen parte del staff de expertos que se reúnen en el marco de la Semana de la Sostenibilidad 2025 ‘Materializando un futuro sostenible y resiliente’ | IV Foro Regional ARISE. El evento que se realiza desde el 13 y hasta el próximo al 16 de mayo en San Pedro Sula congrega a líderes empresariales, expertos y redes regionales para fortalecer el compromiso del sector privado con la sostenibilidad y la resiliencia.
El encuentro es organizado por FUNDAHRSE, la Red INTEGRARSE, la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgos de Desastres (UNDRR); y cuenta con la colaboración de las redes de la Alianza del Sector Privado para Sociedades Resilientes ante Desastres (ARISE) de la región, a la cual pertenece el CCS. La agenda incluye paneles de expertos y espacios de intercambio empresarial enfocados en las prioridades de ARISE: pymes, seguros, inversiones e infraestructura.
Las expertas técnicas serán parte de dos espacios clave: en el panel ‘Liderazgo de la mujer en la gestión de riesgos y resiliencia empresarial’ participará Adriana Solano Luque, presidenta del CCS; mientras que Jacqueline Mesa, gerente técnica del CCS, moderará el panel ‘Cadenas de Suministros Resilientes’. Ambos espacios permitirán visibilizar experiencias, enfoques y aprendizajes desde una mirada estratégica sobre el papel del liderazgo y la gestión integral del riesgo en la sostenibilidad empresarial, temas de alto interés y actualidad para distintos sectores.
Estas discusiones no solo aportan perspectivas valiosas, sino que también refuerzan una convicción central: la integración exitosa de la SST en la estrategia de sostenibilidad de una organización —incluyendo su cadena de suministro— puede generar una ventaja competitiva significativa. “La creación de valor organizacional nunca estuvo tan estrechamente ligada al bienestar de las personas, su activo más importante, y eso es parte de las lecciones aprendidas que espera dejar la Semana de la Sostenibilidad 2025”, puntualiza la presidenta del CCS.